El deficiente estado de higiene de los conductos en los edificios, es un ambiente ideal para la proliferación de microorganismos nocivos. Esto provoca una baja calidad del aire interior que afecta a las personas que los habitan, tanto en la salud como en la productividad.
Según la normativa RITE 2013 y especificadas en la IT3 de Mantenimiento, es de obligado cumplimiento realizar una inspección de calidad ambiental en interiores de uso público, industria alimentaria y quirófanos.
En las demás industrias, debido a los procesos productivos se pueden generar partículas contaminantes, virus, mohos, bacterias, que empeoren notablemente la calidad del aire de estos interiores y como consecuencia, deteriorar la salud de los trabajadores.